Todo empezó con el asombro.
Maravillarnos fue nuestro primer arte… y también nuestro primer error. Porque ante lo inexplicable, en vez de investigar, imaginamos. En vez de preguntar, adoramos. Le dimos forma a lo invisible, le dimos nombre al miedo y lo vestimos de divinidad. Así nacieron las creencias que nos rigen, nos culpan, nos prometen.
Pero ya no somos niños asustados frente al trueno. Es hora de pensar distinto.
La buena nueva
Un libro incómodo, necesario y adictivo.
Cuestiona lo que te enseñaron a no cuestionar.
Te enoja, te libera, te hace pensar.
Tranquilo, no vas a arder en el infierno por leerlo.
Probablemente ya estés en el infierno.
Aquí, con sarcasmo, lógica y humanidad, se te explicará por qué.
¿Te atreves a leer La buena nueva?